La Noche

Hola he querido hacerme este blog ya que me encanta escribir y leerlos aun me gusta mas :P bueno espero que os guste y dejar comentarios por favor!.

P/D lo siento por las faltas de ortografía y por las tildes pero hago lo que puedo.

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Tania se sienta en la húmeda arena, cierra los ojos y solo se dedica a escuchar el fuerte oleaje del oscuro y cálido mar. Uele la mareante sal que desprende esa noche calurosa de verano. Abre los ojos y contempla la abierta noche, llena de diminutos puntos suspendidos en el cielo, rodeando la inmensa luna que ilumina su bonito rostro, haciendo contraer las pupilas de sus dos grandes ojos negros, reflejando la dulzura de su ser. Nuevamente cierra los ojos pero esta vez estirándose en la aun arena húmeda, se queda dormida. Siente como algo le cae en la cara. Se despierta asaltada, mira hacia el cielo divisando unos nubarrones ocultando la hermosa luna dejando a Tania a oscuras. Vuelve a sentir otra, que le hace dibujar una dulce sonrisa en su rostro. Le encanta la lluvia. Piensa que tiene que ir a casa, pero recuerda que sus padres están en París por su noveno aniversario, a si que no apura y se queda debajo de las diminutas gotas que mojan las finas telas de su discreta ropa. Se levanta, y se va tranquila mente dando pequeños pasos sintiendo como sus pies se hunden en la cálida arena. Sale de la playa, se sacude los pies y se pone unas bonitas sandalias plateadas abrochandoselas por encima de los tobillos. Llega a la puerta de su casa rebusca las llaves en sus bolsillos. Entra. Deja sus cosas en el salón y hace un cara a cara con el espejo. Ve reflejada a una chica de diez y siete años, con su largo y rizado cabello castaño y sus dos grandes ojos negros entre abiertos evitando que le caiga el agua que le escurre de su gran melena, su nariz y sus mofletes rojos y sus labios rosados y mediana mente gruesos la hacían ver realmente atractiva. Se dirigió al segundo piso donde se encontraba su habitación. Al entrar siente el dulce aroma a mandarina. Se quita las empapadas ropas y coge una toalla naranja y se va al baño. Abre el grifo de la bañera y espera a que se llene con la tibia agua. Se sumerge en ella y pone un par de bolitas aromáticas que le hace adoptar un tono rosado. Pone música y cierra los ojos. Era tan relajante, siempre que podía se daba un baño. Pasados veinte minutos, Tania sale de la relajante agua, se seca con la sube toalla y se pone un pijama blanco estampado con estrellas de colores. Se lava los dientes y se va hacia al balcón en el cual se allaba un par de sillas. Se sienta en una y observa la hermosa y ya despejada noche, era como una especie de ritual, siempre cada noche antes de irse a dormir mira las estrellas. No tenia mucho sueño a si que coge un libro al azar de la estantería "el jardín secreto", se estira en su cama dispuesta a leer. Cuando se cansa de leer deja el libro en su mesita de noche y mira la hora: las doce y media de la noche. Apaga la luz y se duerme. Al día siguiente la despierta el irritante ruido del despertador, con la mano palpa el aire intentando apagarlo. Se incorpora en la blanda cama, dando un largo bostezo. Mira la hora: las siete de la mañana. Su habitación era grande, pero no tenia mucha cosa. Junto a su espaciosa cama hay un mesita de noche donde se encuentra una antigua lampara. Junto a esta el libro que había empezado a leer la noche anterior. También tiene un gran armario lleno de ropa, un escritorio con libretas y lapices y a un lado de la habitación un pequeño sofá beige, donde suele ponerse Lucas, el tierno Labrador de Tania. Sale de entre las sabanas, se pone de pie poniéndose las graciosas zapatillas de conejito. Se dirige hacia el lavabo y se lava la cara y los dientes. Después va al armario coge unos vaqueros pitillos, una blusa azul marino y sus converse negras. Cuando se pone la ropa baja a la cocina donde se encuentra con su hermano Rafa. Rafa tiene diez y nueve años, es un chico guapo, alto, moreno, con el pelo un poco largo y con unos precioso ojos verdes. - Hola hermanito- dice Tania a la vez que le da un cariñoso abrazo. - Hola enana- dice riendo. - No me llames a si! ya sabes que no me gusta . - Ya lo se ¿por que crees que lo digo? Ja ja ja. Tania le hace una mueca y coge un bol para los cereales. Cuado acaba de comérselos se va al lavabo a arreglarse un poco se pone un poco de brillo en los labios y se va al colegio.